Rebeca Mendoza, Miradas

Rebeca Mendoza

Miradas
8 de septiembre de 2021 al 20 de octubre de 2021
Texto

Mi interior, objeto de mis pinturas.

Desde muy pequeña, recuerdo sentir que todo en la vida es energía. Hoy, a la distancia, acompasada por el tiempo, veo que mi vida se identifica con un pensamiento intuitivo e inspirativo, que identifica la energía con la que trabajo y que se ha convertido en una herramienta tan importante como el pincel o el color.

Por esto digo que “en mi pintura concientizo estados del ser”. Creo en una armonía universal, y mis cuadros son un intento de condensar la ingeniería divina. En mi obra, el desarrollo es un instrumento que me permite desplegar ese proceso, y así la pintura es la compañera que me lleva a entenderme existencialmente.

El arte rompe paradigmas, y en el permiso que me doy como artista para investigar y para encontrar nuevas miradas, se revela el poder de la imagen, una imagen que se gesta en un centro sagrado de energía creativa, cuya misión es descubrir el enigma que intuimos. Mi obra es entonces una melodía interna, y mi gran desafío es sintonizar la estructura de la vida en colores y formas.

En esta muestra en particular, propongo una resolución momentánea en cada obra. Son instantes que se sostienen por una coherencia buscada, digerida y finalmente encontrada. Cada obra es una conquista, un desafío gestado en un tiempo sin prisa. Es una búsqueda existencial que acompaña la vida misma, y la libertad consciente es un condimento fundamental.

Parte de mi vocación es navegar en el desconocimiento para finalmente encontrar nuevos horizontes. ¿Son paisajes internos? ¿Son estructuras armónicas que componen parte del todo universal? ¿Son melodías condensadas en instantes perfectos? ¿Son metáforas del alma que buscan entender esta fracción existencial?

Mis pinturas son el reflejo de una búsqueda interminable, de un trabajo eterno de afinación interior. Mis pinturas son el reflejo de las reflexiones más profundas de mi ser que pretenden transmitir armonía y placer en su contemplación.

Como artista, aprendí que cultivando la intuición puedo dejarme llevar para ser parte de la inteligencia universal. Este es un desafío constante, un trabajo en el que hacer silencio sin prejuicios me permite percibir las respuestas, esas respuestas que conforman mi interior para que sea el claro objeto de mis pinturas.

Rebeca Mendoza