Silvina Resnik
Intimidad de los parques
23 de noviembre de 2020 al 26 de marzo de 2021
Curador: Eduardo Stupía
Texto curatorial
Pintar es detenerse, aunque en la pintura esa detención es paradójica, porque desborda de movimiento. La somera síntesis de arquitectura paisajística que es la base estructural para las líricas escenas de Silvina Resnik excede la mera resolución compositiva para revelarse como una programática pausa de reflexión estratégica e impregnación contemplativa. La artista define las proporciones armónicas y las magnitudes del punto de vista con un dibujo que se detiene en lo estrictamente necesario. Es casi fantasmático el susurro de los trazos elementales que fijan el encuadre, el ámbito y los personajes de corporeidad casi indistinguible, para urdir, más que un motivo, una virtual caja de resonancia donde irrumpen el arrebato urgente, el raudo pasaje activo de pinceladas y manchas en feroz vendaval, empapando de acuosa pasión la epidermis del soporte con un carnal borbotón de matices ardientes, llagas solariegas y océanicas vibraciones.
Todo vibra y se exalta en este tórrido paseo; el cielo y la tierra, el césped y el follaje, la floración y el trueno se imbrican en animista acorde múltiple con las figuras que, dándonos la espalda, miran desde adentro del cuadro lo que ocurre en el mismo cuadro, junto a las otras que resumen la viñeta familiar, las que adoptan las escuetas poses de un ocioso hedonismo, las solitarias, las enamoradas.
Al comando de una restallante paleta, Resnik expande el artificio ambiental con el que ha sabido subsumir la ilusionada rapsodia del jardín mítico con la urbanística vitalidad del parque público, y con idéntica, iluminada naturalidad convierte la sensible subjetividad acuosa de su mirada siempre íntima en una testimonial summa poética de postales comunitarias.
Eduardo Stupía
Marzo, 2020